Trabajo de campo

Esta semana nos hemos desplazado a la Costa, trabajando en un ámbito entre La Caleta y cala de La Fustera. El propósito que debíamos seguir era analizar cómo interactuaba nuestro objeto con la línea de Costa, muy cambiante en este tramo que habíamos determinado. Después de experimentar con diferentes materiales, crear un objeto y ver cómo reaccionaba en la línea de Costa,podríamos pensar que ya lo teníamos controlado, pero no, como decía en mi entrada anterior, quería que mi objeto fuese cambiando y transformándose en un espacio de tiempo todavía no definido tal y como le ocurre a la ciudad, para poder llegar a ese «punto crítico».20160930_141632

20160930_12004520160930_12034220160930_12060220160930_12152820160930_12093620160930_12363220160930_123807

Una caract20160930_121658erística importante que le había encontrado a mi objeto era la de rugosidad, tanto interior como exteriormente no se trataba
de una bola perfectamente lisa, sino que esa rugosidad le adquiría un carácter más humano, más real, más natural. Y no hizo falta nada más que dejar unos minutos mi objeto apoyado en una roca para darme cuenta de que lo que buscaba lo tenía justo allí delante. Otras ideas que se asemejaban a mi objeto que quizás no pudiesen desempeñar la misma función, pero sí que contaban con un proceso al menos similar. Se trataba de piedras formadas por «escamas» entendido esto como un proceso de superposición de capas, esas capas de las que ya me había hablado Simondon anteriormente estaban justo delante de mí. Rocas que simplemente con pasarles la mano se deshacen o que si están en contacto con el agua se forma una especie de película de fango o barro el cuál dejándolo secar vuelve otra vez a endurecerse al igual que lo que pretendía mi objeto.

La excursión continuó y con ella continuó mi proceso de investigación, mi mente ahora
estaba centrada en que materiales más utilizaban este sistema de capas o que actuación
dejaban constancia de que seguían el mismo procedimiento. Ya había descubierto rocas que se deshacían nada más tocarlas, otros elementos naturales que mezclándose entre ellos podían desarrollar la misma característica, la propia tierra en relación con un árbol o una planta podía también darme a entender que seguía el mismo procedimiento, reptiles como lagartos o serpientes que mudan su propia piel o animales que crean su caparazón añadiendo capas a este. Pero con el ser humano también descubro que hace lo mismo cuando crea pivotes de hormigón u hormigona pasarelas de acceso a la playa, en ella se pueden apreciar las distintas capas que han sido utilizadas y que quizás con el paso del tiempo logren dividirse como le ocurrió al pivote de hormigón con la erosión  del agua . Las viviendas las creamos por capas (trasdosado, ladrillo, aislante y acabado) y hasta en los propios cierres de parcelas vuelvo a encontrarlo. ¿Pero son este tipo de capas iguales a la característica de mi objeto?  La respuesta es NO, ya que si que es cierto que es una superposición de capas, pero un cierre de una parcela no se puede llegar a moldear y generar esa rugosidad que tiene mi objeto o la roca que se transforma en lodo para poder compactarse de nuevo con el paso del tiempo. ¿Podríamos crear un cierre con estas características ? Que cualquier persona pudiese pasar y modificar la estética de ese cierre, jugando con el o simplemente dejando las marcas de sus dedos.

Entiendo ahora que la superposición de capas la puedo encontrar en diferentes formas y materiales y que la podría llegar a clasificar según de que forma actúan. Pero en este punto podría decir que las que realmente me interesan son aquellas que tienen la capacidad de poder moldearse y transformarse para seguir en esa línea de proceso y cambio.



Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s